Pertenezco a una familia de maestros, yo no quise ser maestra y estudié Contador Público, en la Universidad Autónoma de Tamaulipas, en Cd. Victoria, Tam., al terminar la carrera, me ofrecen una plaza en el nivel medio superior, poco después de ingresar al subsistema, me di cuenta que entré con el pié derecho: tiempo completo, gracias a Dios y a una maestra que tuve, la cual fue de gran inspiración en mi vida, independientemente de la oportunidad que me dio.
En 1984 sin querer ser maestra, ¡ya lo era! Me fui a Cd. Guadalupe , N.L., al CETis no. 101, gran experiencia, cambiaba de ciudad y un trabajo que no era mi vocación, pero inmediatamente entendí que si no lo era, lo podía hacer, me gustó, ganaba bien y me era fácil realizarlo, tal vez que ya traía el ser maestra en la sangre.
Al principio decidí poner en práctica lo que me gustaba de mis maestros, especialmente de mi maestra de inspiración: hacer clic o hacer sintonía con mis alumnos, que tenía que guardar distancia para el respeto, pues era muy joven, enseñar amenamente los temas que venían en el programa de estudio según la materia (al inicio llegué a tener 34 hrs. frente a grupo), así lo hice, lo hago, me ha resultado, he aplicado diferentes estrategias pues los grupos y generaciones van cambiando y yo actualizando, pero siempre aplicando mis principios.
El ser maestra significó una experiencia de aprendizaje en mi propia profesión, seguridad personal y sobre todo inculcar un conocimiento integral para la vida de los jóvenes, pues no solo impartía clase, si no los veía y trataba como el ser humano que muchas veces necesitó una palabra de aliento, de saber que creemos en ellos, que son creativos, que son capaces de hacer muchas cosas, ésta es una de mis satisfacciones, pues el apoyo y responsabilidad que tengo, me hace sentir una buena maestra. Tal vez el alumno ni cuenta se dio o tal vez ni se acuerde de mí, pero yo lo hice y eso me hace estar satisfecha conmigo misma.
Una inquietud actual, es la distancia generacional que hay entre el joven y yo; aunque trato de comprender como piensan y viven, pero no me es posible estar a la par, pero creo que en estos días renovaré mi mente y tomaré nuevos bríos hasta el momento de decir adiós felizmente al magisterio ¡bendito trabajo! que me ha permitido tener una vida ¡feliz y satisfecha!
Una gran experiencia que ha significado mucho es la especialización en competencia docentes, ahora me doy cuenta que ejercí la docencia primero en la práctica y apenas estoy aprendiendo la teoría, enriquecedor, pero al mismo tiempo me crea un gran compromiso, pues los retos son cada día mayores, los comportamientos, estilos de aprendizaje y herramientas para desarrollar el proceso enseñanza aprendizaje han cambiado y necesito romper paradigmas, tengo actitud y disposición, como país nos urge un cambio, aquí estoy en lo que me toca para provocarlo.